viernes, 12 de octubre de 2007

Incondicional


Era la palabra que tenía entre mis dientes y no salía...

era la misma que cantaba y al mismo tiempo callaba mi cuerpo

pero más que mi cuerpo la razón...

y más que la razón... las tripas...

y más que las tripas...


el alma


cuando alguien preguntó:


Si tuvieses que elegir una sola cualidad ¿cómo te gustaría que sea la persona que esté con vos hasta el último día de tu vida?

8 comentarios:

manulandia dijo...

Por si las moscas, la www.rae.es dice:
Incondicional

1. adj. Absoluto, sin restricción ni requisito.

2. com. Adepto a una persona o a una idea sin limitación o condición ninguna.

¡Ojo! Incondicional entre otras cosas... como ser la alegría, la espontaneidad, sinceridad, etc. etc. etc.

Pero si me dan a elegir una sola... creo que me quedo con eso... porque siendo incondicional, reís al mismo tiempo que lloras junto a esa persona que tenés al lado...

Ojo! Que puedo estar delirando...

Anónimo dijo...

No sabés cómo me duele esta palabra... Me duele por los cuatro costados.

Será porque también uno la dijo en su momento, aplicada a otras personas, aplicada a uno mismo. Y con el tiempo uno descubre que quienes son incondicionales, lo son... hasta el preciso momento en que dejan de serlo.

Pero es que los seres humanos somos tan frágiles... ¿Cómo podríamos culparlos?

"Nada de lo que hagas me haría cambiar lo que siento por vos", dice uno.

Y el otro: "¿No será porque sabés que nada podés esperar de mí tan grave como para alejarte?"

¿Y si los dos estuvieran equivocados?... Intentemos ser incondicionales: no culpemos a estos imaginarios interlocutores.

Simplemente, no saben lo que dicen. Son como nosotros, tan hermosos, tan frágiles, tan indefensos...

manulandia dijo...

Así es... uno deja de ser incondicional en el preciso momento que deja de serlo...
Debo reconocerte "Incondicional", que leo en tus líneas una suerte de desidealización del término...
Puede que tengas razón como puede que no... mientras tanto, intentaré por mi misma descubrir esa verdad...

Germán A. Serain dijo...

¿Qué tienen nuestros pies que a veces nos atraen? ¿Será que son los encargados de llevarnos a andar por la vida y el mundo? ¿Será que tan generosamente nos sostienen? ¿Será que tenemos que sentarnos para poder tocarlos sin riego de caernos?

De lo que no hay duda es que ellos siempre están allí, juntos los dos. Ellos sí son incondicionales, y nos dan un buen ejemplo. Siempre uno al lado del otro. El primero no da jamás dos pasos si el otro no lo acompaña de cerca.

El día que ambos se peleen, y cada no decida irse por su lado, no sólo dejarán de ser incondicionales, sino también pies que nos lleven por la vida y el mundo.

manulandia dijo...

Confieso:
Cuando puse esa fotografía no pensé en la incondicionalidad mutua que se prestan los pies (muy buena observación)…
Sencillamente, en lo que me detuve, fue en la pareja perfecta que ellos forman… al permitirnos ir y venir descalzos por este mundo que no sabe muy bien qué es estar descalzos…
A decir verdad no sé muy bien qué tienen que ver mis pies con la incondicionalidad…
¿Será la escencia de la Incondicionalidad poder estar frente al otro con los pies desnudos? O será que la cuestión resida en que debemos tolerar los pies del otro tal como sean?
Puede que no exista una respuesta o puede que sea una y no la otra (y viceversa)… o puede (y esta es que compro) que sean las dos opciones.

Algo así…

Anónimo dijo...

Bueno, ¿sabés qué, Manu? Después de varios días de pensarlo y pensarlo lo he decidido: estoy dispuesto a declararme incondicional en cuanto a tu persona respecta.

Siempre y cuando...



(...y más allá de la broma, que como toda broma siempre es a medias, me convenzo más y más de que así es como suelen ser las cosas. Es tan difícil evadir ese "siempre y cuando"... Por lo general la frase completa sería: "...Siempre y cuando vos estés dispuesta a ser también incondicional respecto de mí." Y si la frase no se dice es, por lo menos, siempre un trato tácito que se cierra en las relaciones humanas. Tanto, que el incondicional en cuestión (ya no hablo de mí, en este caso) se siente traicionado a la primera de cambio, cuando el referente de su incondicionalidad no le disculpa un desliz (demuestra que la incondicionalidad no es recíproca, o sea), o hace algo que al fin y al cabo el supuesto incondicional no estaba dispuesto a perdonarle, pero que no se le había pasado por la cabeza que el otro pudiera llegar a hacer.)

Digo... yo sé que desidealizo. Será tal vez una cuestión de perspectiva, de edad, de perfil psicológico o de experiencia... Pero es como decía aquel tango de Piazzolla y Ferrer... "¿Cómo no viste que no éramos ángeles... sino solamente hombres... y mujeres..."

No sé. Hoy me desperté con ese pensamiento en la cabeza... ¿y dónde iba a dejarlo, si no era en tu blog?

manulandia dijo...

Dos días después de haber escrito esto me dije: "la incondicionalidad no es sana..."

No, claro que no lo es... ¿en qué sentido? Siendo incondicional, uno se enlaza con el otro de un modo un tanto enfermizo... la libertad se ve coartada al "tener que" estar siempre listo para el otro... y no es así...
No está bueno que nos adaptemos al otro sin ninguna limitación o condición alguna (RAE dixit)... lo bueno está en que cada día que despertemos podamos decir y sentir (sobre todo) "hoy elijo estar con Fulano o Mengana..."
La incondicionalidad no es sana... porque no nos deja ver qué es lo que queremos nosotros mismos... todo es muy lindo cuando dos personas tiran para un mismo lado y están todos felices y contentos... pero también es lindo cuando a pesar de estar tirando en direcciones distintas se siguen eligiendo... o al menos intentan acercase hasta el centro de la soga para buscar juntos una tangente que les venga bien a ambos...

manulandia dijo...

Seguramente que el ver ángeles en lugar de hombres y mujeres está relacionado con la edad, sexo, profile, etc.... Pero también puede estar relacionado con las ganas que tenga cada uno en dejar de ver eso...
Cuando hablo de cortar las alas... creo que tiene que ver con esto...
¿Quién soy yo para ir a decirle a Pirula que lo que está pensando es un ideal que no existe?
Viendo "la realidad" tal cómo es... se gana algo? Sinceramente no tengo respuestas para esto...
Pero de lo que sí puedo dar fe es que la transición del mundo ideal al mundo "real" es muy dolorosa...
Por eso soy pro a que de vez en cuando uno se suba a su globo y se eche a andar por ahí... intentando, quizás, volver a aquel mundo perdido...
Esto último se relaciona con lo que dije anteriomente: las ganas de cada uno de ver blanco en lugar de negro...